El ser humano recibe e intercambia energía constantemente con otras
personas o con el medio ambiente en donde vive o permanece varias horas.
También produce información bioenergética cuando piensa o siente. Los
procesos de desestabilización emocional tienden a indicar un
desequilibrio energético. El ser humano posee 7 centros principales de
energía (chakras) en su cuerpo energético y tienen correspondencia con
las glándulas endocrinas en su cuerpo físico. El buen funcionamiento de
estos centros es vital para la salud mental, emocional y física. Las
preocupaciones, penas, etc. quedan impregnadas en estos centros y
producen bloqueos que pueden derivar en dolencias físicas, emocionales o
mentales. Al equilibrar o desbloquear estos centros, la armonización bioenergetica lleva a concebir otra forma de plantear la vida, más vital y sana, para ir evolucionando como personas.
Mediante la utilización de técnicas avanzadas, se logra reestablecer y
equilibrar el flujo energético en nuestros cuerpos físico, emocional,
mental y espiritual, logrando la armonía y tomando conciencia de nuestro
Ser, lo que nos otorga la posibilidad de comprender nuestro sentido
trascendental como seres superiores.
Cuando la armonización bioenergética no es suficiente para sanar
nuestros cuerpos, sean estos los superiores o el físico, debemos
recurrir a un tratamiento mas profundo, capaz de curar nuestras heridas
provocadas a lo largo de la vida.
Este proceso es un escalón superior y requiere de un trabajo mas
directo, abarcando diversas técnicas que por si solas o combinadas,
reorganizan nuestra energía, reparan los daños y reestablecen el
correcto y armónico funcionamiento de nuestros escudos energéticos.
Todos sabemos que la medicina tradicional, llamada alopática, se enfoca
en aliviar o curar los síntomas. Generalmente no llega a las verdaderas
causas de la enfermedad y por lo tanto no es completa. Para lograr
sanar, debemos atacar a las causas del desequilibrio llamado enfermedad
desde su raíz y ésta se encuentra en nuestros cuerpos superiores y en la
memoria de las células. Allí es donde se efectúan las maniobras
necesarias para limpiar, sanar y restaurar su orden. La visión holística
del paciente y su comprensión amorosa, permiten en muchos casos arribar
a la verdadera y profunda sanación.
Las herramientas del terapeuta energético son muy variadas, incluyendo
luz, color, sonido, aromas, radiestesia, Reiki, masaje manual,
meditaciones guiadas y muchas otras técnicas que por su complejidad
resultan difíciles de enunciar.
Este tratamiento no invasivo e incruento está especialmente indicado
para aquellas personas que padecen enfermedades de difícil tratamiento,
crónicas o incurables a los ojos de la medicina tradicional.